miércoles, 29 de junio de 2011

ANCIANOS

Vivimos en una sociedad globalizada donde cualquier persona con un mínimo de conocimientos de informática puede acceder a la mayor fuente de información y de desinformación mundial, que no es ni más ni menos que internet. Pero amigos, la mayor fuente de sabiduría que hay en nuestra sociedad son los ancianos.
Todos conocemos aquel dicho del refranero español que dice "Más sabe el diablo por viejo que por diablo". Y eso que hoy en día se sigue viendo a mucha gente anciana analfabeta en el sentido estricto de la palabra (vamos, que no saben leer y escribir), pero sin duda tremendamente sabios.
Y cosas de la vida que gente con tanta sabiduría y que tendría que estar ayudando dentro de sus posibilidades a la sociedad, nosotros los desterramos a esas tumbas en vida que son muchas de las residencias de la tercera edad. Ni siquiera sus hijos, esos que les deben la vida, son capaces de ir a visitarlos e interesarse por su bienestar (no todos, está claro que hay gente que sí se preocupa de los ancianos). Que yo no digo que las residencias estén mal y es comprensible que haya familias que no tengan más remedio que mandar a sus ancianos a las residencias por motivos varios, pero por favor, no para dejarlos allí y olvidarnos de ellos. Las residencias pueden ser un gran sitio para pasar la última etapa de la vida ya que puede haber muy buenas atenciones e interacciones varias entre los ancianos que seguro serán interesantes para ellos. Pero no hay que olvidar que nada sustituye al amor de la familia, de esos que son de tu sangre y por los que esos ancianos han dado gran parte de sus vidas para que tengamos un futuro mejor.
Y en esta sociedad tan globalizada los jóvenes y niños parece que no somos conscientes del respeto que se merecen los ancianos, posiblemente un hecho que se da debido a la educación que recibimos. Envidio a la cultura gitana en este sentido porque desde pequeños le inculcan el respeto, la decencia y el honor por sus ancianos (por ejemplo, el patriarca suele ser un anciano). Una persona con tantos años recorridos de vida siempre te puede brindar unas palabras para recordar durante el resto de las nuestras.
Para mí es fundamental que se inculquen valores como el respeto a los ancianos. Hablando ya desde mi propia experiencia podría decir que siempre traté de aprender lo máximo posible de los ancianos que tuve más cercanos y que fueron mis abuelos. Es cierto que de chico no entendía mucho esas cosillas que ellos me contaban, pero es muy curioso ver como se te quedan grabadas en una estantería olvidada de la memoria y a la vez que vas creciendo sin quererlo tu cerebro visita esa biblioteca que llevamos dentro y vas comprendiendo muchas cosas que intentaron explicarte a su forma y desde su sabiduría. Desde luego si tuviera la oportunidad de poder hablar de nuevo con ellos, sobre todo con mi abuelo Manuel, la cosa sería diferente.
Recuerdo como contaba esas historias de la guerra civil cuando yo sólo tenía seis o siete años, y te imaginabas algo así como una película entre indios y vaqueros sin saber la importancia que tuvo para España, lo duro que tuvo que ser para los que allí tuvieron que apretar el gatillo por obligación contra hermanos (si no de sangre sí de corazón), o la crudeza de la falta de comida de los años del hambre, o los duros inviernos de recogida de aceituna con la única ayuda de los borricos.
Concluyendo: yo que tengo 26 años creo que ahora comienzo a darme cuenta de lo que es la vida, un camino en el que todos los días se aprende algo y de que no todo es de color de rosa. Imaginemos por lo tanto un anciano, 80 años (casi cuatro veces mi edad), habiendo vivido por ejemplo en dictadura, postguerra y transición a la democracia, ¿no se merecen el mayor de los respetos por parte de TODOS nosotros?. Es tan simple como que son un bien necesario, muy necesario, en este mundo de locos en el que hoy vivimos.

domingo, 26 de junio de 2011

¡¡¡¡SOY TITO!!!!!

Ya llegaron Alejandro y Manuel. Son dos niños muy chiquitinos, uno con poco más de dos kilos y el otro con poco más de dos kilos y medio, pero son una maravilla.
El día 24 por la mañana mi madre me llamó para avisarme que mi cuñada estaba de parto. No tardé mucho en coger el coche para desplazarme hasta mi pueblo y poder vivir en primera persona un acontecimiento tan importante para nuestra familia. Como he dicho alguna vez, son los primeros nietos tanto de mis padres como de los padres de mi cuñada, así que imiginaos los nervios y la alegría que se había en el ambiente en la puerta de paritorios mientras esperábamos que todo fuera bien y pudiéramos ver sus caritas.
Una vez que el parto había acabado y todo había salido bien mi hermano salió a la puerta de paritorios con una foto en el móvil de sus dos pequeños con una madre orgullosa de tenerlos entre sus brazos.
Ahora, el momento más grande de todos fue cuando mi hermano los sacó por la puerta de paritorios junto con una enfermera amiga de la familia para presentarnos a los que estábamos presentes a esos dos pequeñajos a los que antes siquiera de verlos todos queríamos con locura.
Ahora toca disfrutar de ellos y ayudar a los papis para que su trabajo de cuidados y educación sea más fácil y llevadero. Desde luego manos para tal tarea no van a faltar.
Por cierto, como ya he dicho vinieron el día de San Juan. Gran regalo para mi hermano en el día de su santo, tan hermoso que estoy seguro que lo recordará para toda su vida. Yo desde luego lo haré. FELICIDADES hermano por partida triple (dos niños y un santo), y a tí también cuñá (has sido una campeona).
Un beso pequeños de vuestro tito que ya a día de hoy os quiere con locura.

Aquí va una letrilla (como no de carnaval) que viene bastante bien para la ocasión aunque esté contada desde las palabras de un padre.

jueves, 23 de junio de 2011

ACABANDO LA ESPERA

Me quedan días, quizás horas, para que llegue uno de los momentos que más ansío desde que me enteré de que mi cuñá estaba embarazada. Que alegría me dio cuando mi madre me llamó por teléfono y a grito pelado me dijo: -¡Vamos a ser abuelos!
En el tiempo que llevamos de embarazo la ilusión ha ido creciendo de forma proporcional al crecimiento de la barriga de mi cuñá. Y sí, he dicho llevamos porque todos los que rodeamos a mi hermano y mi cuñá hemos estado embarazados, aunque la barriga y todo lo difícil que conlleva un embarazo lo ha sufrido mi cuñá, está claro. La pobre se está portando, estar embarazada de mellizos y con estos calores no tiene que ser para nada llevadero, pero su ilusión por ser mami puede con todo. Manuel y Alejandro (son los nombres elegidos para los mellizos) no paran de moverse y dar patadas mientras todos tocan la panza de mi cuñá para tener contacto con los nenillos que desde dentro ya están relacionandose con nosotros.
Bueno, en realidad conmigo no. Muchas son las veces que mi madre, mi cuñá o mi hermano me han dicho que toque la barriga para notar las pataditas. Con gran dificultad me he negado porque no me faltan las ganas. Pero no sé cuando ni por qué, tomé la decisión de que la primera panza que toque para sentir unas pataditas o pequeños movimientos sea la de la mujer que lleve dentro un hijo de mi sangre. No por nada, simplemente quiero sentir por primera vez esa sensación con un hijo mío y junto a la persona con la que haya decidido pasar el resto de mi vida. A lo mejor es una tontería, pero creo que tiene que ser bonito que la primera vez sea así. Después tocaré todas las barriguitas que haga falta, pero hasta ese día decidí que no tocaré ninguna.
Manuel y Alejandro vendrán al mundo pronto, quizás a final de mes con el cambio de luna, o quizás mañana para regalar a mi hermano el día de su Santo (San Juan) la mejor de las sorpresas. El caso es que entre apuntes y calores estoy ansioso por poder verles las caritas. Y aunque mi hermano no lee esto, tengo que hacer una mención especial y darle las gracias por el nombre que él escogió para uno de sus niños, para Manuel. Él dice que le gusta ese nombre (que puede ser verdad, no digo que no) pero en casa sabemos que el nombre conlleva algo más puesto que así se llamaba mi abuelo, padre de mi madre y que vivió en casa con nosotros casi desde que nacimos hasta que murió, siendo para nosotros como un padre (algún día escribiré algo sobre él).

Va por mi hermano y mi cuñá, que son unos campeones.

miércoles, 15 de junio de 2011

LETRILLA

 Hoy voy a dejar una letrilla que creo que no tiene desperdicio y está escrita por un muy buen amigo. Será el primero de una serie de post en los que iré poniendo letras que me gusten por algún motivo. Esta primera en concreto tratará de una gran maestra de la que bastante gente hemos podido aprender mucho. Bueno, ahí lo dejo:

Tanto o más que aquellos libros
Que las mil horas de clase
Aprendí de otra maestra ilustre decana
Llamada la calle.
Por pupitre cualquier banco.
Aulas magnas fueron bares.
Cualquier parque, cualquier plaza
se erigían facultades.
Derecho, disfrute el derecho
a sentirme libre y joven a la vez.
Y supe que esa ciencia que se llama economía
es hacer mil piruetas pa´ llegar a fin de mes.
La historia yo la fui conociendo
en barrios añejos en donde la historia,
Te la imparten los viejos en viejas tabernas
a golpes de memoria, memoria.
La madrugada me instruyó en astronomía.
Copas de más forjaron mi filosofía.
Incluso osé a conocer
la geografía de la mujer
y de su boca la mejor clase de lengua.
Tuve tantos compañeros
que ya nunca olvidare.
¡Todo me lo dio la calle!
La Universidad donde me licencié.
JPM.

domingo, 12 de junio de 2011

BUSCANDO EL FINAL DEL TÚNEL

Nunca en mi vida me he dejado intimidar por la presión. Más bien lo contrario, siempre he sacado lo mejor de mí en los momentos más difíciles. Pero de un tiempo atrás y sin saber por qué la cosa cambió.
Volvemos a estar en época de exámenes. Yo vuelvo a estudiar esperando sacar las poquitas asignaturas que me quedan, y le hago un guiño a la suerte a ver si viene a visitarme.
Pero a un día de mi primer examen no puedo decir más que la presión me puede. No tengo ganas ni de ir al examen puesto que para mí supone mucho más de lo que a priori puede parecer.Y verdaderamente es un poco triste ver que en las situaciones donde siempre me he hecho fuerte y he sacado lo mejor de mí ahora no soy capaz ni de dar un paso firme hacia delante.
Llevo ya un tiempo de exceso en la carrera y la verdad es que me lo gané por méritos propios. Y ahora por esos mismos méritos propios estoy intentando que esto acabe, que pueda colgar en la pared de mi casa un título con el que sueño a diario y que parece que me es imposible alcanzar. Sé que ahora mismo la diferencia entre tener un título y no tenerlo no es muy notable, pero necesito ser licenciado y cerrar con esta etapa de mi vida que ya se ha alargado bastante más de la cuenta.
A estudiar y esperar y que sea lo que Dios quiera.

martes, 7 de junio de 2011

INSTITUTO

Hoy toca seguir con aquello que empecé hace un par de entradas. Sólo que ahora doy un saltito en el tiempo hacia adelante y llego hasta la época del instituto, cinco años llenos de buenos momentos y que obviamente fueron fundamentales para mi educación tanto personal como intelectual.
Era septiembre del 98 cuando fui a clase por primera vez al instituto, creyéndome muy mayor porque abandonaba el colegio (hay que ver que infeliz). Allí esperaban nuevas aventuras, nuevos compañeros, nuevos profesores, etc. Aunque también me acompañaban muchos de mis mejores amigos del colegio, lo cual facilitó bastante la adaptación al nuevo centro tanto para mí como para ellos.
Entre los nuevos compañeros de clase, había una chica que aunque ya la conocía no me caía muy bien. Pero con el tiempo llegó a ser mi pareja durante mucho tiempo. Son las cosas de la vida, que muchas veces crees conocer a alguien y realmente no tienes ni idea de como es, y yo con ella estaba equivocado porque es una chica estupenda.
Fueron pasando los años en este centro y mi vida poco a poco cambió. Mis amigos y compañeros de clase de toda la vida (los del colegio) empezaban a repetir y a abandonar los estudios. Yo comenzaba a pensar que estudiar un par de horas para un examen me valía, que no había por qué dedicar un tiempo todos los días. Pobre de mí que aunque saqué mis estudios sin repetir y con una media aceptable, si me hubiera esforzado solo un poquito más quizás ahora podría complementar mi licenciatura con la diplomatura (hoy en día ya es grado) de fisioterapeuta. Pero a esas edades el futuro importa poquito y además pensamos que con estudiar una carrera está todo solucionado; UN MOJÓN (con perdón). Una profesora me dijo en 1º de Bachiller cuando me entregó la nota del primer examen: un chico con tu capacidad no puede sacar esta mierda de nota (era un 6.3), no seas tonto y aplícate que lo bueno llegará si lo haces. No imagináis lo que me acuerdo de sus palabras y el cariño que hoy día y sólo por ese momento le puedo guardar a las profesora. Que por cierto, al año siguiente y sin ser profesora mía me vio por los pasillos del instituto tras una evaluación y me paró para volver a decirme lo mismo, que estaba mucho más capacitado de lo que mis notas decían.
Como iban desapareciendo de mi convivencia diaria los amigos de toda la vida comencé a relacionarme más a fondo con otros compañeros de clase ya en el 2º ciclo de la ESO. Para bachillerato tenía grandes amigos en esta gente (y hoy día sigo manteniendo también amistad con la mayoría de ellos) y la verdad que en clase disfrutábamos de lo lindo. No dábamos la tabarra a los profes ya que más o menos teníamos educación, pero reír nos reíamos como nadie. Podría contar alguna anécdota graciosa, pero no me quiero extender.
En cuanto al profesorado había de todo. Aunque hoy por hoy no guardo rencor a ninguno de ellos tengo que decir que tuve algún que otro choque frontal. Sí que es cierto que yo era un chico respetado en el instituto tanto por compañeros como por los profesores, pero tengo un gran defecto y es que no me callo nunca, lo cual me llevaba muchas veces a dichos enfrentamientos.
Recuerdo con alegría y ya desde la lejanía el viaje fin de estudios del instituto. 16 alumnos y 2 profesores para Canarias, Puerto de la Cruz. Una semana bastante intensa y que se disfrutó a tope (por cierto, hoy que está el tema al día diré que Real Madrid y Barsa jugaron esa misma semana las semifinales de la Champions, al igual que este año). Un viaje lleno de "grandes sensaciones" y rodeado de buena gente.
Y llegó el día de marchar. La alegría por haber superado el objetivo siempre está ahí, pero viene acompañada de la tristeza de dejar un sitio al que se le toma cariño y que formó parte de tu vida diaria durante 5 años. Un sencillo acto de graduación fue la despedida que nos brindaron en el instituto.
Y mientras escribía esta entrada me ha dado cuenta que me encantaría volver como profesor y devolverle a ese centro un poquito de lo que a mí me dio.