sábado, 14 de julio de 2012

Hace algún tiempo que quiero dedicar una entrada a un buen amigo. Así que hoy que tengo un ratito para mí después de no sé cuanto tiempo, aprovecho y lo hago.
Tenemos la misma edad y nos conocimos en el colegio. Íbamos a clases diferentes pero el colegio no era muy grande y los que rondábamos más o menos el mismo rango de edad nos conocíamos todos. A parte estábamos hartos de enfrentarnos en los partidillos de fútbol que jugamos en el recreo.
Fue ya en 1º de ESO donde hicieron estructuración de los grupos y resultó que coincidimos en la misma clase. Y fue aquí donde realmente comenzó la buena amistad que tenemos hoy día.
Seguimos juntos en clase durante unos 3 o 4 años, hasta que los resultados académicos dictaron sentencia y él tuvo que repetir un curso. Salíamos en pandilla, compartíamos aficiones y paraliticábamos deporte juntos siempre que podíamos (además de con otros tantos amiguetes).
Recuerdo una tarde de verano que me dijeron que mientras él estaba en el trabajo había tenido un accidente y estaba en el hospital en situación bastante grave, con tan solo 17 años que teníamos por entonces (si no recuerdo mal). Fueron unos días duros para mí, pensar en perder a un amigo con esa edad es difícil. Pero si fueron duros para mí imaginad como pudieron ser para él, para su familia y para su novia. Por suerte, al final fue capaz de salir adelante y tras un año y algo de constante operaciones y cama de hospital, consiguieron entre los médicos y su fuerza de voluntad "normalizar" su situación y su vida.
Es uno de esos amigos con los que a lo mejor hablo con él un día 20 veces, o a lo mejor no hablo con él en un mes, pero siempre sabemos que el uno está para lo que el otro necesite, para los buenos y malos ratos y así compartir nuestras penas y nuestras alegrías. Es una persona fundamental en mi vida (como tantas otras) y de las que espero tener a mi lado por siempre.
Y claro, no puedo dejar de hablar de su familia. En su casa siempre hay disponible una sonrisa para mí, un plato de comida, una cerveza... Siempre que veo a sus padres o su hermano se interesan por mi vida, por la familia, por los estudios. Gente que se nota que me aprecia y por supuesto que yo a ellos también.
Y su novia, merecería mención especial. Cuando tuvo el accidente mi amigo estuvo con él, seguro que pasando una de las peores rachas de su vida y con solo 16 años decidió que su camino iba ligado al de mi amigo. Aún no resultando fácil estuvo junto a él en todo momento, nada más que por eso (a parte de que evidentemente también hemos compartido ya muchos ratos) se merece mi mayores respetos. Es una buena mujer y realmente estoy deseando que llegue el día en que se casen (espero que pronto) y en cuya boda dicen que tendré que plantar una firma como testigo, lo que para mí será un orgullo total.
Podría extenderme mucho más y contar bastante sobre su forma de ser o vivencias entre ambos. Pero creo que la esencia de lo que quería comunicar está más o menos clara.
Hasta pronto (o eso espero), si el trabajo me lo permite.

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