miércoles, 5 de enero de 2011

REYES MAGOS

Hoy tengo una entrada de obligado cumplimiento. Por todo lo que conlleva la víspera y el día de reyes en mi casa.
Mañana es uno de los días más esperados del año en mi casa. Y por ello, hoy es la primera noche mágica del año; esa en la que me acuesto sin poder dormir a causa de los nervios y la ilusión que me produce pensar que mañana al despertar el salón de mi casa estará llenos de regalos para todo la familia a costa de los señores de oriente Melchor, Gaspar y Baltasar. Desde que llegué al mundo mis padres han convertido el día 6 de enero en un día especial, o quizás sería más adecuado decir mágico. En muchas casas de España será así, no lo dudo, pero lo que se vive en mi casa yo no lo cambio por todo el oro del mundo.
Hace unos años que no escribo carta a los reyes dejando así a su plena imaginación y libertad el tan deseable regalo. Esto tiene sus ventajas (la ilusión es mucho más grande porque no tienes ni idea de con que te van a sorprender) y sus inconvenientes (pueden no acertar con el regalo y traer algo que no te guste para nada). Aunque este año sí tengo que reconocer que por lo menos les he ido dando algunas pistas sobre lo que quería, a parte de que a mi casa llegaron los Reyes realmente hace un par de meses en forma de embarazo (el año que viene habrá DOS niñ@s más para vivir este gran día).
Mañana a las 7 de la mañana seguro que ya estaré deseoso de ver a mis padres, mi hermano y su novia despertarse, y esperando como un loco a que mi hermano mayor llegue a casa con su mujer para una vez que estemos todos empezar a abrir los regalos. Lo pienso y me dan unas ganas locas de que el día de hoy pase volando y en un abrir y cerrar de ojos me vea abriendo los regalos.
Y luego la típica vuelta por casa de mi tía, que de chicos siempre teníamos el regalito y hoy en día nos regala nuestra correspondiente bolsa de chuches con el dinerillo que buenamente nos puede ofrecer.
Y no puedo dejar de hablar de que para comer también estamos todos juntos (me refiero a mis hermanos y respectivas parejas, padres y yo) y disfrutamos de diferentes platos un tanto especiales, a la altura del día en el que nos encontramos. Hace años nos juntábamos para comer con mis primos y tíos (hermanos de mi padre) y disfrutábamos de otro día entrañable con la familia. Pero con el tiempo esta costumbre se perdió, aunque como he dicho en mi casa sigue siendo una fiesta.
En fin, que el día que tenga hijos espero poder seguir transmitiéndole esta ilusión tan mágica que en mi casa sentimos por este día y deseo de corazón que pueda ser junto a mis padres (sus abuelos) y mis hermanos (y respectivas parejas e hijos cuando los tengan) para que esperen el día de Los Reyes Magos con las ganas que de siempre se han esperado en mi casa.
A DISFRUTAR DE LA MAGIA

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