viernes, 17 de septiembre de 2010

UNIVERSIDAD

Hoy voy a hablar un poco sobre la buena vida del estudiante universitario, ya que estoy un poco cansado de escuchar a tantísima gente que sin conocerla piensa que es un camino de rosas.
Sí, sin duda es una vida buenísima si pensamos en las cosillas que voy a contar ahora: 
-Esa misma en la que por norma general no tienes dinero para hacer la gran mayoría de cosas que se permiten tus amigos que llevan trabajando desde los 16 años. 
-Esa misma por la que tienes que hacer un trabajo que (en muchas ocasiones) es tan duro como el que más, pero sin embargo a final de mes no tendrás tu recompensa en forma de sueldo. 
-La misma vida en la que por mucho que hayas estudiado siempre puedes llegar a un examen y suspender. 
-La misma por la que tienes que tirarte un mínimo de (y voy a tirar por lo corto) dos meses al año con el culo pegado a la silla y la vista en los apuntes que tienes en la mesa de escritorio. 
-Esa misma por la que con 25 años que tengo, todo el mundo me dice que soy un listo por seguir viviendo de mis padres. ¡UN CARAJO! Qué más quisiera yo que tener mi trabajo y no seguir dependiendo de mis padres durante un tiempo que, a día de hoy, sigue siendo indefinido.
-Esa misma por la que discuto con mis padres (personas a las que más quiero) un día sí y otro también. Sólo puedo decir que el que más ganas tiene de que consiga mi título de licenciado soy YO. Que me está costando sudor, sangre y lágrimas. No obstante, espero conseguirlo en un plazo pequeño. 
-Esa misma por la que para matricularte un año (en universidades públicas) estás pagando una cantidad que oscila entre 600 y 1000 €.
-

Así que nada, el que quiera probarla que sepa que las puertas están abiertas. Previa realización de diferentes pruebas de acceso (selectividad, módulo de grado superior, pruebas de acceso a mayores de 25 años) que como mínimo te llevarán 18 años de tu vida, y una vez dentro poder permirterte el pago de matrícula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario